Los tragos muy buenos, recomiendo el puipuy. Las empanaditas para compartir muy ricas. La crema de apio de entrada un poco fria pero muy sabrosa. En cuanto a los platos fuertes me decepcionó, las costillas mercedes no tenían sazón y la milanesa en sofrito criollo estaba muy dura, seca y sin sabor. En cuanto al postre, el volcán de chocolate estaba bien. Volvería a ir solo por los tragos o tapas, pero de plato fuerte jamás.

En cuanto a la comida muy buena, la relación precio-porción muy real, la lengua de suegra muy sabrosa, los tradicionales dulces de nata portugués deliciosos, la torta de red velvet recomendada. En cuanto al servicio, las cajeras no son muy amables, algunas de las meseras son muy simpáticas y otras no. He ido varias veces y me gusta el local. Las únicas dos críticas que tengo es: deberían tener mayor control con la gente que está pidiendo en las mesas y en dos oportunidades fuimos un grupo grande y ya todos habíamos terminado de comer y a dos de nosotros aún no nos despachaban los productos que ya estaban hechos, era solo cuestión de servirlos.

la pizza a la crema es muy buena. Siempre hay que hace cola para ingresar, el local se llena. Desde hace un poco más de un año, las veces que he ido siempre falta algún ingrediente, por ejemplo tocineta, rugula, etc.

El ambiente tipo bodegón es muy amigable, pero las mesas que están entre las dos neveras no son cómodas. El sushi muy sabroso, pero los rolls son muy pequeños en comparación a otros lugares.

La crisis del país se ha visto muy reflejada en este local, que sigue luchando por tratar de mantenerse a flote pese a la situación. El hojaldre ha sido sustituido por ponque en casi todos los dulces, por ejemplo el profiterol... la capa inferior de hojaldre ahora es un ponque. Las chicas que atienden lo hacen con desgano, pero algo que no ha cambiado es la frescura de sus productos.

este restaurant es uno de mis favoritos en Caracas. Tienen el mejor ambiente gracias a sus ventanales que dan una vista mosaica de la ciudad. El trago Alexander es delicioso. La creme brulee es de las mejores de Caracas, pero la capa crujiente que debe formarse en la parte superior no la dan caliente como realmente deberían darla siempre.

los pastelitos de jamón son muy sabrosos. Como en todas sus sucursales, los dulces están muy frescos. No hay tanta variedad como en la sede de chacao

El plato de degustación en el cual se incluyen: arepitas de distintos colores y sabores se puede decir qje realmente se puede percibir cada jno de estos sabores, en cuanto a las mandocas muy ricas, el pastel otorta de queso no me gustó y las empanaditas de queso deliciosas. El lugar muy pequeño, pero amigable

los precios son muy costosos para los productos, aunque la calidad de los mismos son muy buenos. Es una buena opción para desayunar.

luego de que cambiaron la administración el local ha vuelto a ser bueno. El pollo en brasa es muy bueno. La atención mejoró, a veces se tardan mucho en servir los platos.