Las porciones son extremadamente pequeñas, quedé con demasiada hambre y son caaaaros. Me encantaron las costillas de cerdo, estaban increíblemente divinas. El lugar es genial, me encantó el concepto, muy muy lindo y comodo. No me gustó mucho como me atendieron, la comida salio fria y la tuve que devolver (varios platos) eso fue desagradable, de resto, todo muy bueno.

He ido varias veces ya, de todas las veces que he ido, NINGUNA ha sido cómodo pedir un sándwich, el ambiente es incómodo, demasiada gente, muy pequeño, lo mejor creo que sería para llevar o, tener paciencia. Los puestos de estacionamiento son complicados, pero, nada más que decir. La comida es cara, pero DIVINA, cero fitness, para amantes del cochino, de verdad 20 puntos, lo que no me gustó fueron las costillas, peeeero.. mucha gente dice que "cómo no van a tener costillas si se llaman costilla" pero la verdad es que es una sanducheria, de hecho lo dice y de verdad su especialidad son los sanduches, la porcheta es algo increíble, nada se le compara, 20 puntos a esos sanduches. Volvería muchas veces más por la comida.

Fui en la noche, es un poco complicado los puestos de estacionamiento, es lo primero que pasó. La luz de lugar (de noche) es incómoda, no hay casi luz, personalmente me costó muchísimo leer con esa luz. Pedimos "guacamole clásico", trae nachos y nos gustó bastante. Los tacos estaban muy ricos, probamos casi todos, muy muy buenos, especialmente el gringo. Es una comida rica, pero nada así suuuuuper especial. Una cosa muy muy buena que me encantó es que la comida llegó DEMASIADO rápido, qué bueno fue, sobre todo porque íbamos con hambre. Los platos son pequeños, quedamos con hambre, porque también era muy muy caro. El servicio es cero especial, no es un servicio bueno, pero tampoco realizaron cosas incómodas.

Nooo, no vale para nada la pena, las tostadas no estabas bien cocinadas, muy chimbo el lugar, de verdad nada me gustó, solo las quesadillas, la ensalada (pico de gallo) tenía un exceso de limón increíble, todo sabía a limón. Reclamé porque las tostadas estaban chiclosas y me dieron una respuesta super barata, nada que ver este sitio, no vuelvo más. Lo único fue que el mesonero fue bien receptivo al final y pregunto que qué recomendabamos, de resto, que sitio tan malo.

Genial el ambiente, muy rico, a partir de las 5:30 (o por lo menos cuando fui yo) hay un grupito que toca buena música, el estilo es jazz, no atormenta y te deja comer. (Eso es en la terraza) NOSOTROS pedimos muchos platos para compartir, como el carpaccio grisini, los dumplins, etc, realmente no pedimos plato principal y TODO estaba exquisito. El servicio es muy lindo, te atienden amablemente, están pendientes de si tu comida llega rápido, te limpian la mesa cada vez que lo amerita, la comida llega a tiempo, un poquitín desorganizado, pero de verdad nada que moleste. Me encantó Lola, venía con una espectativa más baja de esto. Un dato: hay valet parking. Muy romántico y lindo todo.

Genial, uno de mis restaurantes de sushi preferidos. Carísimo, eso si, muy caro. Está la opción en un Horario limitado de pedir el menú para dos personas y (para la gente que come mucho) no duden en pedirlo, SI se van a llenar, aparte de lo que ven en la foto del menú, trae helado, una sopa y café. Si se piden el menú que es de 6 a 8 pm es un precio más accesible, en esta fecha está en 100.000 bs más o menos (repito: el menú). En fin, es muy buena opción. El servicio no es nada del otro mundo, pero es bueno y el ambiente muy agradable, no hay estacionamiento como tal (en la noche), hay valet parking, pero igual lo paran en la calle, por eso nosotros decidimos pararlo en la calle ya que es seguro. De resto, todo genial.

Mi precio incluye un golfeado y un café. Que ricos los golfeados de este lugar, aunque he probado mejores, son muy buenos. Es un sitio para pasar rápido, no para quedarse ahí un raato. Te atienden muy muy rápido, pero tampoco son tan gentiles, por eso me costó calificar el servicio. Está limpio y tiene baños, es importante. No dejen de pasar.

Genial el concepto, muy muy bonito, la atención muy buena, pero no impecable, uno que otro detalle, pero nada que nos impida sentirnos bien. La comida muuuuy rica, la decoración bella. Los precios caaros. Pero bueno, un muy buen momento.

Genial el servicio, es lo que mas me gusto de todo, hasta ahora el único restaurante donde ponen el servicio de mesa muy bien, aparte de que la atención es increíble, la comida llega rápido, caliente y con calidad. Los platos muy ricos en general, aunque varios no me gustó el sabor, la calidad era buena. El ambiente muy bonito y agradable, es como para ir en la tarde, tipo cóctel la vestimenta, es muy fresco. En el estacionamiento nos trataron muy bien, cosa que en vzla no logras en casi ningún lado. Muy chévere todo.

Está vez comimos hamburguesas, son quizás las mejores de Caracas, vienen con papas fritas y son INCREIBLES. Todo muy fresco, pero la carne un pelín seca. El ambiente es un poco incómodo, no sabes si estás en un mercado o en un restaurante, pero se pasa, sillas altas y mesas altas, aunque varias son normales pero muy pequeñas. El servicio es normal, ya que como el ambiente es tan incómodo los mesoneros venden productos y aparte hacen el roll de mesoneros. Dentro de todo, muy buena la comida, sobre todo hacen honor a su nombre: "fresco"