Yendo de menos a más. Primero, el servicio: No estuvo del todo mal, la comida llegó rápido y el mesonero estaba atento. El problema es que estaba DEMASIADO atento, no terminábamos de dar el ultimo mordisco y se acercaba a preguntarnos si nos retiraba los platos, cuando claramente no habíamos terminado. Segundo, la comida: Buena, yo la disfruté, tienen buenas ideas, pero siento que faltan opciones "PaTodos". Entiendo que mi pareja y yo somos un duo complicado. Yo no como cochino y ella es celiaca y las únicas opciones que verdaderamente eran aptas para celiacos eran el taco al pastor y el de pato, que no le gustó tanto. La verdad no hemos vuelto juntos, precisamente por eso, ella no tendría mucho que comer. Tercero, el ambiente: Arrechísimo, sin duda la mejor calle de los palos grandes, y el restaurante, al mejor estilo citadino/europeo, a pie de calle. En una noche fresca de Caracas, con unas cervezas heladas, es donde quieres estar. Las sillas son cómodas, el local es acogedor, sin duda de los mejores ambientes para tomar y comerse algo casual.