Entradas excelentes, atención pronta y muy grata, la comida con muy buen sabor y presentación. Menú variado. El único detalle es que no es un lugar tranquilo, hay muchas mesas, es un local para ir con la familia o colegas del trabajo.

Muy buenos los helados, pero el local es un desastre. Si bien tienen decorados y paredes con mármol, la limpieza es nula y el ambiente parece un zoológico. No es culpa del local, pero hay demasiada gente y aunque el espacio es amplio no se dan abasto.