Alcabala

Tenía cinco años sin ir y me encantó la remodelación, era el detalle que faltaba. La carta me impresionó por los altos precios pero luego con la ayuda del mesonero comimos a reventar y quedé muy contenta con el monto que pagué, las porciones son abundantes, la calidad muy alta. El sabor de la comida y las cervezas frías son protagonistas del lugar. Hay sillas para niños pequeños y los mesoneros tratan de atender todas las necesidades incluídas las preferencias de los niños. Para mí y para mi familia fue una grata experiencia. Lo recomiendo.

Por mucho la mejor comida en toda la candelaria... El asopado, el queso a la plancha, las chistorras, el conejo... Toda la carta es para volverse un sibarita

Es un restaurante de mucha tradición, remodelado y ampliado, buena comida, nunca tienen café, pero es realmente bueno para cuando estamos haciendo diligencias por la Candelaria, el señor que te recibe en la puerta es un señor bien pintoresco y amable, el tocinillo del cielo que sirven es muy rico, y la parrilla mar y tierra es generosa y muy sabrosa

Ha desmejorado mucho, pasando de ser una auténtica referencia de la cocina española en La Candelaria, a un restaurant más bien simplón, poco interesante, cuyos precios no justifican la calidad del servicio y la comida, otrora excelentes. Pareciera ser hoy en día más para ir a tomarse unos tragos. Lástima...

Sigue siendo una muy buena opción en La Candelaria, no ha decaído en su calidad y su remodelacion le hizo bien, es una buena opción para ir