Un pedacito del cielo! Esta nueva pastelería merece 5 estrellas, es un lugar muy sencillo, de espacio reducido pero con un personal de calidad y buena atención. Sus postres son espectaculares, uno no esperaría tanto de un sitio en tal ubicación, poco conocido y relativamente nuevo, pero vale la pena llegar hasta San Bernardino solo por probar cualquiera de sus productos, desde las pastas secas, los postres individuales y las tortas; lucen una presentación muy moderna, siempre están muy frescos, hay mucha variedad y puedes conseguir alguna novedad repentina. El sabor es perfecto, si pruebas un mouse se siente en cada bocado lo que estás probando, la textura suave y cremosa, todos son muy buenos, hasta el de limón, tienen los sabores bien concentrados. El profiterol lo hacen muy bien al igual que los brazos gitanos. Aquí, si que saben preparar un tiramisú, aunque no le agregan licor, les queda delicioso. También recomiendo el café, es bueno, lo sirven en unas tacitas de arcilla bien simpáticas y los preparan con crema y canela si así lo desea. La mejor pastelería del oeste de Caracas.
