Bodega Villa Ávila es un local para ir muchas veces por muchas razones, para empezar el ambiente es cálido, agradable, limpio y frecuentado por buena gente, me gustó su estilo y decoración en la cual participan las neveras con variedades de embutidos preparados por ellos mismos, pastelería, panadería y la bella maquina de café. El servicio es atento, amable y bien educado. Ahora, el menú: todo pinta bien e interesante, esta vez, en mi labor de “golfeadólogo” fui por sus famosos golfeados, su textura asemeja, un poco, a la del panettone pero criolla y típica, con el toque del anís dulce. Al ser esponjosos son melosos, ya que absorben el buen melado de papelón, el queso es tipo guayanés, fresco y en una proporción adecuada (solo que muy frío para mi gusto), no percibí trozos de papelón, pero si abundante melado. Por otra parte tienen el Golfeado Operado, que es una especialidad para los amantes del chocolate, toman un golfeado, y lo internan en quirófano para una realizar una sección transversal, la cual rellenan con sirope de chocolate, el queso y mas sirope de chocolate, se coloca la parte superior y se completa con mas sirope de chocolate para que aquella belleza quede en el plato rodeada por sirope de chocolate, sin duda incluidos en mi Top Ten de Caracas. Ahora, tienen un Chocolate caliente fuera de serie, con buen espesor y sabor especiado, el café es excelente y ambos vienen bien servidos en tazas de proporciones gratificantes. Aparte de todo esto pude ver desfilar unas pizzas y bandejas de embutidos hechos en casa que me dejaron con más ganas de volver. Por todo lo dicho y una muy buena relación precio/valor recomiendo altamente este local.
