Bodega Villa Avila

Ahora con nueva imagen y nombre, Tripa llena, este local sigue manteniendo su esencia en calidad, precios accesibles y buen servicio. Eso sí que no ha cambiado. Un infalible es su sandwich Ramoncito, muy equilibrado en sabor, de verdad mi favorito de su oferta gastronómica. Probé ayer la ensalada césar, bastante buena, buena ración, y mejor aún su precio. Un sitio redondito para comer rico a precios accesibles. Recomendado

Su hermano gemelo es artesano en el centro. Tienen unos maravillosos embutidos artesanales hechos por ellos mismos. Vale la pena pasearse por el lugar y probar la amplia oferta de sandwiches, que a mi criterio, son unos de los mejores de la ciudad en torno a relación precio, proporción y calidad. Recomiendo ampliamente los que se llaman Ramoncito, el de costilla ahumada, butifarra cervecera, y uno que no recuerdo muy bien el nombre pero tiene un embutido similar al sabor de la morcilla carupanera. Las pizzas si no son tan buenas. Su fuerte en definitiva son sus embutidos y lo que hacen con ellos. El lugar pequeño pero simpático. Quieres comer bien a bajo costo, pues llegaste al sitio correcto. Recomendado al 100%

Fui con todas las expectativas de las referencias escuchadas. Todas fueron ciertas. Excelente atención, excelente comida. Además todo digno de un emprendimiento venezolano de calidad. Probé todos los embutidos pues con solo preguntar te hacen una breve degustación (esto es parte de su servicio), 10/10 al golfeado operado, 10/10 al papelon c/ limón. La butifarra negra (para amantes de la morcilla) es exquisita. Además los precios totalmente económicos. No pasa de 5$ un golfeado y una bebida. La próxima probaré las pizzas.

Embutidos, pizzas, sándwiches, café y postres... Atención de primera. Me sentí más que consentida. Todo de muy buena calidad (todo lo hacen ellos mismos) que además te puedes llevar a casa. Llegué por recomendación de un amigo y grata sorpresa. Me explicaron cada uno de sus productos, probé el sándwich avileño, y me sentí en casa pues le colocan zanahoria como lo hace mi familia. La pizza delgadita, crujiente y con la apuesta de sabores rústicos que tanto gustan. Variedad de café y postres. A casa me llevé varios embutidos para seguir disfrutando de estos sabores. Cuando se cree que ya el país no da para más, crean un lugar como este para darnos cuenta de las ganas qué hay de hacer las cosas bien. De verdad quedé muy agradecida con mi primera experiencia en este local. Volveré pronto.

¡Exquisito! Ordené una pizza de coppa y quedé encantado. Divina, buena masa, fresca y no muy grasosa. 100% recomendado, seguro que volveré a pedir. 👌😋