Divinos Pecados

El local es bastante colorido y llamativo. De verdad que su ambiente atrapa. Hasta allí todo va bien, cuando pides el helado , debes rogar para que te den servilletas, y cuando te la dan, literalmente te dan una sola. Me imagino que la persona que dió la orden o tomó la decisión de no dar servilletas es porque jamás ha comido helados o no tiene niños que de por sí son una proeza para ya dárselo. Estos pequeños detalles marcan la diferencia en un buen servicio. Y ya cuando pasas a probar el helado, nada sobresaliente y sin capas de sabor, va sumando para no volver a visitarlo más.

Lo más destacado del lugar es su colorido y simpática decoración. Con tanta explosión de color uno se ve tentado como un niño a degustar los sabores allí expuestos pensando en la posible sintonía entre ambos. Pero no, sólo la primera es destacada con creces. Le falta mucho para tener buenos helados ya que las esencias y químicos anulan su verdadera razón de ser. No te dejes seducir por la vista, prueba primero y verás.

Invierten bastante en cuanto a presentación. Varían muchísimo los sabores según temática y el ambiente es cómodo. Los helados como tal son regulares, de sabores un poco dispersos. Los de frutas son mas definidos.

Para poder decir algo de este lugar hay que empezar por el Ambiente el del Negocio es normal lo peor es el centro comercial huele mal .... Los Helados son buenos el Servicio es aceptable la relación servicio calidad y costo es de revisar

Heladería integrada dentro del centro comercial Centro Plaza. Tienen una pequeña variedad de helados de sabores extravagantes en su mayoría. Un dato para un buen helado es el color, al revés de lo que puede parecer los colores intensos no son un buen síntoma de gran helado. Mucho sabor a leche en polvo y aún cuando probé variedad ninguno fue especialmente sabroso y si bastante artificial. No volveré